Rick Warren
Piense Antes de Hablar
La primera reacción de Nehemías fue enojarse, pero sostuvo una larga charla consigo mismo antes de actuar. <
La Biblia hace la siguiente paráfrasis de estas palabras: <
Los funcionarios del gobierno eran los que les estaban robando a todos los demás. La palabra hebrea usada aquí significa literalmente <
La primera reacción de Nehemías fue enojarse, pero sostuvo una larga charla consigo mismo antes de actuar como consecuencia de ese enojo.
Se buscó un lugar para estar a solas con Dios, oró acerca de la situación y reflexionó mucho sobre ella. Sabía que necesitaba tener la perspectiva correcta.
Cuando el enojo se basa en las emociones puede hacer mucho daño. Nehemías planeó su respuesta y la consultó con Dios. << ¿Qué quieres que les diga, Señor?>> Y habló extensamente consigo mismo.
Algunas veces, el líder necesita conversar consigo mismo, en lugar de empeorar la cuestión involucrando a otra persona. Necesitamos comprender qué provocó nuestro enojo.
Antes de actuar con enojo, aparta algún tiempo para reflexionar sobre el problema y pensarlo bien. Cuando estamos enojados, nuestra primera reacción suele ser equivocada.
He visto cómo muchos líderes, que por otra parte eran excelentes, dañan su eficacia a causa de una reacción impulsiva de ira momentánea.
¿Has cometido alguna vez ese error?
Tú tienes que enojarte solo cuando veas que el egoísmo obstaculiza o daña la obra de Dios, esas son las cosas que te deben enojar.
Sin embargo, que debes cerciorarte de que te tomas el tiempo necesario para orar y pensar antes de hablar… De lo contrario, tal vez tengas que lamentarte de haber hablado.
<
Santiago ofrece el antídoto. No es una contradicción; lo que hace en realidad es aclarar la indignación de Pablo: <
Cuando nos enojamos con la ira de Dios, actuamos con justicia. Nuestra actuación no comprende ninguna venganza personal.
No te enojes porque te hayan herido, irritado, frustrado o desilusionado. Esa es la clase incorrecta de ira: la ira egoísta. No siempre la gente va a estar a la altura de nuestras expectativas, pero eso no es razón para una ira injusta.
Al fin y al cabo, Dios ya sabe que lo vamos a desilusionar y a pesar de eso, nos sigue amando.
Enójate con la ira de Dios, y no con la tuya propia.
— <
<
Si estas siempre listo para escuchar y eres lento para hablar, entonces va a ser natural aquello de ser <
Y después de haber pensado bien las cosas, la ira que tendrás va a ser una ira justa. Te alegraras no haber dicho lo primero que te vino a la mente. La ira impulsiva siempre te mete en problemas.
He visto cómo muchos líderes, que por otra parte eran excelentes, dañan su eficacia a causa de una reacción impulsiva de ira momentánea.
Reflexione antes de hablar. Enójate con la ira de Dios, y no con la tuya propia.
Por Rick Warren