Rick Warren
Fundamentos Para una Iglesia Saludable: La Evaluación
Un propósito claro ayuda a la evaluación
Segunda Corintios 13:5 dice: «Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros Mismos.» ¿Cómo se evalúa una iglesia a sí misma? No comparándose con otras, sino preguntándose: «¿Estamos haciendo lo que Dios espera que hagamos?» y «¿Cuán bien lo estamos haciendo?» Como dice Peter Drucker: «¿Cuál es nuestro negocio?» y ¿Cómo va el negocio?»
Estas son las dos preguntas más críticas para evaluar a su iglesia. La definición de los propósitos de su iglesia debe convertirse en la norma mediante la cual usted mida la salud y el crecimiento de su congregación.
No existe absolutamente ninguna correlación entre el tamaño y la fuerza de una iglesia. Una iglesia puede ser grande y fuerte, o grande y débil. De la misma manera, una iglesia puede ser pequeña y fuerte, o pequeña y endeble. Ser grande no es necesariamente lo mejor, ni tampoco lo es ser pequeño. ¡Lo mejor es lo mejor!
El propósito de este escrito no es hacer que su Iglesia sea tan grande como Saddleback. El tamaño no es el punto crucial. El punto importante es el siguiente: La iglesia será más fuerte y saludable al estar movida por un propósito
La iglesia será más fuerte y saludable al estar movida por un propósito
Convertirse en una iglesia movida por un propósito lleva tiempo, no sucede de la noche a la mañana ni tampoco en seis meses. Hacer esta transición puede llevarle varios años a la. iglesia .
Si usted desea que su iglesia pase a estar movida por un propósito, deberá guiarla a través de cuatro fases críticas: Primero: Defina los propósitos. Segundo: Periódicamente comuniqué esos propósitos a cada persona en la iglesia. Tercero: Organice la iglesia alrededor de los propósitos.
Finalmente: Aplique los propósitos a cada parte de su iglesia.
Tomado con permiso del libro: Una Iglesia con Propósito
Autor: Rick Warren
Editorial: Vida