Reinhard Bonnke
El Bautismo del Espíritu Santo
La Señal de Cristo
¿Cuál fue el primer comentario que se hizo acerca de Jesús? Fue esta asombrosa profecía: que Él bautizaría en el Espíritu Santo y fuego (Mateo 3:11. Lucas 3:16).
Juan el Bautista fue enviado por Dios para anunciar que Jesús vendría y para mostrarnos cómo habríamos de reconocerlo. Existen muchas religiones, pero un sólo Cristo. Antes de que Cristo comenzara su ministerio, las personas habían sido informadas de que El habría de ser reconocido como El que bautizaría en el Espíritu Santo.
Nosotros tenemos el derecho de saber con quién estamos tratando. Existen muchos espíritus, muchas religiones y muchas experiencias. ¿Qué garantía tenemos de que estamos en la verdad? ¿Cómo podemos estar seguros de que estamos estableciendo una relación con el verdadero Cristo y no con un impostor?
La señal del Verdadero Hijo de Dios es que Él bautiza en el Espíritu Santo. Pídale a Jesús que le dé el Espíritu Santo y usted no recibirá un escorpión – eso es una promesa.
La señal del Verdadero Hijo de Dios es que Él bautiza en el Espíritu Santo
Es muy interesante observar que Jesús nunca bautizó cuando estaba aquí en la tierra, sino luego de haber ascendido al cielo. El propósito del bautismo en el Espíritu era que pudiésemos reconocer las señales de la presencia de Jesús luego de que Él hubiese partido al cielo.
Este Bautismo no les fue dado por señal a los discípulos mientras Jesús estuvo entre ellos. Ni tampoco fue una señal que ocurrió en el pasado y que ya no ocurre. Este bautismo era y aún es la señal de la identidad de Cristo. Una señal que nunca ha cambiado ni ha sido eliminada. Este bautismo sería la señal que representaría a Jesús a través de toda la era Cristiana.
¿Qué es el Bautismo?
Hoy día, la palabra «bautismo» nos parece un poco extraña. Sin embargo, en el idioma griego esta es una palabra muy común cuyo significado es «bañado» o «sumergido». Esta era una palabra que se utilizaba especialmente cuando se teñían las telas. ¡Qué imagen tan maravillosa! La tela estaba en el tinte y el tinte estaba en la tela.
A medida que la tela se saturaba del colorante asimilaba el color del mismo. El bautismo por lo tanto está estrechamente vinculado con la acción de absorber las características del elemento en el cual un objeto es sumergido. Juan el Bautista bautizó en las aguas heladas del Río Jordán, pero Cristo bautizaría con el Espíritu Santo y fuego.
La Biblia nos enseña que el carácter de Dios es fuego consumidor. En las Escrituras, la palabra fuego tiene varios significados, y no todos son negativos. Por ejemplo, Lucas 3:17-18 dice: «Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo».