Lo Que no se Practica se Pierde

Cuando era jóven me encantaba el baloncesto y me mantenía jugando. Aunque nunca llegué a ser un virtuoso de la canasta, logré jugar en un equipo y ser el que más puntos anotaba.

Luego de graduarme de la preparatoria, iniciar mis estudios universitarios, enamorarme de mi esposa y casarme, las cosas fueron cambiando. Llegaron los hijos, el trabajo y las responsabilidades que, poco a poco, fueron haciendo más difícil practicar el deporte que tanto amaba y mi tiempo sobre la cancha fue disminuyendo, al grado de que, en la actualidad, ni siquiera tengo una pelota de basquetbol.

Hace unas semanas, unos hombres de la iglesia me invitaron a jugar, y como oveja al matadero… acepté. Mi mente recordaba los viejos tiempos y las canastas que caían con facilidad, pero el balón simple y sencillamente ¡no cooperaba! Tiro tras tiro, se rehusaba a caer en la canasta.

Lo que tú y yo dejamos de practicar, lo perdemos irremediablemente. Nuestra mente nos engaña pensando que es fácil, que aún podemos desarrollarlo, pero la realidad es otra.

Nuestra mente nos engaña pensando que es fácil, que aún podemos desarrollarlo, pero la realidad es otra.

En nuestra vida de casados, es tan fácil con los años y las responsabilidades dejar de expresar amor, cariño, romance. Creemos que en un instante podemos volver a retomar ese aspecto de nuestra vida hasta un buen día, cuando nos damos cuenta de que estamos en medio de una crisis de la que, hasta entonces, ¡habíamos estado completamente ajenos! Esto es un engaño, si no nos mantenemos atentos y amorosos continuamente, solo recordaremos lo que era el amor y el romance una vez hace mucho, mucho tiempo; pero fracasaremos en tratar de reavivarlo de la nada.

Como padres si descuidamos el fomentar una relación con nuestros hijos, no la podemos crear en un instante de crisis.

No seamos como la persona que descuida su salud hasta que se encuentra en cuidado intensivo.

Empecemos hoy mismo a expresar nuestro amor a las personas importantes en nuestras vidas en cuanta oportunidad se nos presente.

Chris Richards