Parate Bajo Tu Estrella

Hay personas que creen que pensar estratégicamente es sacar a Dios de la ecuación, cuando realmente, a través de toda la Biblia, podemos ver una estrategia de Dios, tras otra.

Dios no podía escoger cualquier virgen para traer a Jesús al mundo. Dios tenía que escoger una virgen desposada, y tenía que estar desposada con el hombre correcto, un hombre a quien Dios le pudiera hablar.

María recibió una palabra de parte de Dios pero, si María hubiese estado casada con un hombre que no respondiera a la voz de Dios, entonces ese hombre no habría seguido las estrategias necesarias para que esa palabra se cumpliera.

No era suficiente con recibir la palabra.

Una de las razones por las que más se frustran los creyentes es porque creen que todo lo que tienen que hacer es ir a la iglesia a recibir una palabra, y orar con fe de que algo va a pasar, sin darse cuenta que hay algo que hay que hacer.
La gente cree que, al recibir una palabra, por osmosis, todo va a ocurrir. Tiene que haber una estrategia.

Hay dos personajes más en la historia del nacimiento de Jesús: Herodes, y Arquelao, hijo de Herodes. Herodes significa: aquel que controla lo físico, o que controla por fuerza física. Y Arquelao significa: aquel que gobierna en la mente, o en la conciencia.

José tuvo que vencer dos niveles que iban en contra de lo que Dios le había dicho: el físico, y el mental.

Todo sueño, toda visión, toda palabra de Dios requiere que Dios te dé a ti una estrategia

Ante cualquier cosa que vayamos a alcanzar, nuestra primera ocupación es lo físico, y después la batalla más grande es la de la mente. Dios te da un sueño, y lo natural te limita. Lo natural trata de gobernar sobre la palabra que Dios te dio.

Cuando logras vencer esa primera etapa, entonces lo que quiere gobernar sobre tu vida es el miedo. Venciste lo físico, pero permaneció el miedo.

Arquelao no dijo que iba a matar a los niños, eso lo había dicho su papá. Pero, aun así, José, por miedo, le pide revelación a Dios, y Dios se la da, para que él venciera ese temor.

Hay gente que ya ha superado la parte física, ha aprendido a hacer mucho, con poco. Donde a veces nos quedamos estancados es en el miedo que permea sobre nuestra conciencia. El temor, la culpabilidad, la condenación, nos hacen cometer errores, en vez de provocar que busquemos a Dios, en revelación, y lo que él tiene que decirnos para esta hora para nuestras vidas.

Todo sueño, toda visión, toda palabra de Dios requiere que Dios te dé a ti una estrategia.

Lo primero que Dios te va a dar es una estrategia para protección. Esa idea, ese sueño, ese ministerio, ese matrimonio, esos hijos, tienen que ser protegidos.

Hay gente que recibe visiones de parte de Dios, y no son cuidadosos en protegerla. Se lo dicen a la persona incorrecta, y le roban la idea. No la protegieron. Otros se mueven demasiado rápido, y en vez de acelerar el proceso, lo atrasan.

Hay una etapa de cuidar. Es necesario cuidar que nada altere ese primer estado, porque lo que se siembre ahí es lo que se va a cultivar en el futuro.

Y después de la etapa de cuidado, Dios te va a dar estrategia para provisión.

Dios le dijo a José que se moviera al lugar a donde los reyes llegarían con la provisión. Tú tienes que entender que, si Dios te dio una palabra, tú no tienes que estar buscando dinero. Si Dios te dio una palabra, el dinero te está buscando a ti. Lo que tú tienes que asegurarte es de estar en el lugar correcto, a la hora correcta, en el momento preciso.

No importa lo que la gente piense o diga, hay una estrella que alumbra sobre tu vida. Lo que el mundo intencionó para mal, levantó una estrella que lo que te asegura es que la provisión viene de camino.

Hay gente que trabaja y trabaja, y están cansados de perseguir algo que se les escapa, pero es que tú no fuiste creado para perseguir dinero, sino que el dinero fue creado para perseguirte a ti. Pueden ser palabras fuertes para algunos, pero la palabra dice en Deuteronomio 28 que si tú pones a Jehová tu Dios delante de ti, las bendiciones te alcanzarán.

Tú puedes ir corriendo, y esas bendiciones van a ir detrás de ti, donde quiera que tú vayas. Tú lo que tienes es que esperar la provisión de Dios, parado debajo de la estrella, no vaya a ser que lleguen los reyes y tú, por estar desanimado, no hayas salido, y no hayas ido al lugar donde Dios te dijo que tenías que estar.

No pases desapercibido en ningún lugar al que vayas. Si tu estrella no se ve brillando en lo alto, la provisión nunca va a llegar.

Y si estás en Egipto, como Moisés, lo que Dios hizo fue meter a Moisés en casa de Faraón y, el mismo enemigo que más adelante Moisés iba a derrotar, lo mantuvo por 40 años. Moisés fue escogido para escribir el pentateuco, porque era el único judío que sabía escribir de esa manera. ¿Por qué? Porque la universidad la pagó Faraón.