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Conectate Con el Poder
Los grandes hombres y mujeres de Dios que disfrutaron del favor y del poder sobrenatural de Dios, lo disfrutaron porque se unieron a la visión colectiva de Dios con una nación.
Dios no le dio a Moisés una vara para sacarlo a él del desierto, sino para sacar a una nación completa del desierto. Dios no le dio a José riquezas para salvarlo a él, sino también a su familia, y a toda la nación de Egipto. Dios no le da provisión a Nehemías para que construya primordialmente su casa, sino que le da provisión para construir las murallas, y por consecuencia, pudo construir su casa.
Cuando ves el plan divino, y entiendes que lo que Dios quiere hacer contigo va más allá de ser tan solo por ti, sino que es un plan colectivo para afectar a toda una nación, entonces puedes entrar en una dimensión sobrenatural de favor y de poder como nunca antes.
En Hechos 1:8, Cristo le dice a sus discípulos que recibirían poder.
Uno de los problemas que tiene la iglesia, y el pueblo de Dios, es que nos hemos desconectado del poder. El enemigo ha hecho una buena propaganda para que no pidamos o no queramos dos cosas: 1. Placer, y 2. Poder.
El mundo nos ha hecho creer que los cristianos no podemos sentir placer, que no podemos disfrutar de la vida. Y hemos llegado a pensar que, si estamos disfrutando, no somos buenos cristianos, porque hemos creído que el buen cristiano tiene que sufrir, y no puede disfrutar de cosas buenas.
Y sí, definitivamente vamos a tener momentos difíciles, pero al mismo tiempo Dios nos ha prometido que vamos a tener una vida de abundancia, de paz, de gozo. Dios dice que su gozo tiene que ser cumplido en nosotros. Dios sí quiere que tengamos placer.
La naturaleza de Dios es poder, y la iglesia tiene que conectarse con el poder, y todas sus manifestaciones
Por otro lado, todo el tiempo se nos dice que no le demos mucho poder a alguien, porque abusan del poder. El problema es que, si nosotros no lo tenemos, alguien lo va a tener.
Lo curioso es que cuando Cristo sube al cielo, luego de haber resucitado, le dice a los discípulos que vayan al aposento alto para buscar una sola cosa: poder. Ellos no estaban esperando hablar en lenguas.
Cristo no les dijo: Van a hablar en lenguas. El hablar en lenguas fue una manifestación de la experiencia que tuvieron allí. Y a veces hacemos de la manifestación de recibir el poder, el fin, sin darnos cuenta que era el resultado de tener poder. Los discípulos no fueron al aposento alto a buscar hablar en otras lenguas, no fueron a buscar caerse, o sentir algo especial, sino que fueron a buscar poder.
A través de las escrituras, vemos que Jesús buscó conectar a sus discípulos con el poder. La naturaleza de Dios es poder, y la iglesia tiene que conectarse con el poder, y todas sus manifestaciones. La iglesia no le puede tener miedo a conectarse con el poder.
Cuando Jesús buscó discípulos, no buscó doce escuderos, sino que buscó doce personas en quienes él pudiera poner un mensaje, y conectarlos al poder, para que cuando él ya no estuviera, esos doce se encargaran de darle continuidad a la obra.
Cristo hizo dos cosas con los discípulos: Por tres años y medio, le enseño la palabra; y después los conectó con el poder. Porque no se le puede enseñar a nadie poder, pero si se puede conectar a alguien con el poder. Y el problema ha sido que la iglesia ha dejado de conectar a la gente con el poder.
Jesús no buscó doce discípulos para que le cargaran la biblia, o para que caminaran con él porque se sintiera solo, o para simplemente llenar unos ministerios, sino que buscó personas en las que vio un potencial de transmitirles un mensaje, transformar sus vidas, y luego conectarles con el poder, para que cuando él no estuviera, continuaran la obra de Cristo.
Cristo dijo: Erráis porque no conocen la palabra y no conocen el poder. Cuando vamos a la iglesia, vamos a buscar poder, vamos a que Dios nos empodere para hacer algo. No vamos a pasar un buen rato, sino a buscar poder. Si hablas en lenguas, gloria a Dios; si te caes, gloria a Dios; pero si no pasa nada de eso, y sales empoderado por la palabra, entonces se habrá cumplido el propósito con el que fuiste a la iglesia, porque entonces sales con la autoridad de Dios, y con el deseo de hacer lo que te corresponde como agente de transformación.