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Marcos Witt

Pasos para Recibir un Milagro 4

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¿Recuerda los pasos que le mencioné en los escritos anteriores?

1. Despertar la esperanza.
2. Recibir una palabra de Dios.
3. Aprender a callarse y estar quieto.
4. Alabar a Dios. ¡Alabe a Dios! Usted y yo tenemos que aprender a alabar a Dios, a levantar las manos, a gritar con voz de júbilo. No es pasar el tiempo, no es hacer una liturgia cristiana, ¡es hacer GUERRA en el nombre de Jesús! Cuando usted y yo alabamos a Dios, estamos haciendo guerra en lugares espirituales. Es por eso que necesitamos aprender a alabar más.

Cuando Dios le dijo al pueblo de Israel que le dieran vueltas a la ciudad de Jericó, les ordenó que lo hicieran en silencio. Sin embargo, mientras lo hacían, ¿sabe usted cuál era el único ruido que se oía? ¡La música! Los músicos iban adelante tocando trompeta. ¿Sabe usted por qué Dios, a través de toda la historia, ha usado músicos? Porque la música es profética. Cuando hay música siendo tocada bajo la inspiración y la unción del Espíritu Santo, los demonios la oyen y se acuerdan de lo que le pasó a su jefe, el diablo, quien era antes el encargado de la música en el cielo, pero se le subieron los humos a la cabeza y Dios tuvo que botarlo del cielo.

Yo les invito a que nos hagamos más niños, y a que simplemente cantemos más, alabemos más, y dejemos que nuestro Padre celestial se encargue de todos los problemas.

Es por eso que el diablo, hasta el día de hoy, tiene una envidia terrible con los músicos que son llenos del Espíritu Santo, llenos de la palabra de Dios. Cuando los músicos empiezan a tocar alabanzas, el diablo grita, “¡Ay! Me vuelven loco!” Por eso es que hay que subirle un poco al volumen de la alabanza, al de la adoración y volverlo loco de verdad. Cada vez que usted aplaude en alabanza a Dios, cada vez que usted grita con júbilo, vuelve loco al diablo. Cada vez que usted brinca, está pizoteando al diablo.

El pueblo de Israel alababa mientras le daba las vueltas a la ciudad. El pueblo de Jericó, adentro, no sabía lo que estaba pasando porque el pueblo de Israel, afuera, solamente estaba dando vueltas y tocando música. Pero la alabanza siempre precede la victoria. En la Biblia siempre vemos que la gente alababa y luego venía la respuesta. La gente alaba y luego recibe su milagro. Por lo tanto, alabe, que ahí viene su milagro.

La alabanza muestra dependencia total en Dios. El hecho de que usted esté desprendido o despreocupado, demuestra usted está dejando que Dios se encargue de las cosas. Eso es lo que hace la alabanza; es similar a cuando usted y yo eramos niños. Nosotros no sabíamos si las cosas iban bien o mal, si había leche o no en el refrigerador. Nosotros vivíamos una vida tranquila y cantábamos; nuestro papá era el que tenía que quebrárselas para saber si había comida o no sobre la mesa. Por eso Jesucristo dijo: Al menos que lleguemos a ser como niños, no podemos entrar en el reino de los cielos. ¿Por qué? Porque a un niño no le preocupan como estan las cosas. Un niño sabe que su papá se encarga de todo eso.

Yo les invito a que nos hagamos más niños, y a que simplemente cantemos más, alabemos más, y dejemos que nuestro Padre celestial se encargue de todos los problemas. Que Él se encargue de que haya comida sobre la mesa, que Él se encargue de nuestros enemigos. ¡Usted alábele más! ¡Alábele más fuerte, con ganas, con gusto, con gloria! ¡Alábele por su grandeza, por sus proesas! ¡Él es digno de ser alabado!

Ante la burla, la crítica, la incredulidad, los obstáculos, y aún ante la espera, alabe a Dios. El Salmo 68:1 dice, “Levántese Dios, y sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen”. Nuestro trabajo es levantar el nombre del Señor, bendecirlo, glorificarlo, exaltarlo; es levantar su nombre en alto, que se escuche en las naciones. Él se encarga de sus enemigos. Muchas veces no entendemos los tiempos del Señor, y nos queremos desesperar. Ante la desesperación, alabe a Dios. ¡Cántele al Señor!

5. ¡Siga marchando! Si usted persevera, recibirá su milagro. Los que desisten son los que dejan de recibir su milagro. ¡No desista! ¡Siga marchando! El pueblo de Israel estuvo marchando todo el día alrededor del muro y llegaban a la noche cansados y exhaustos, comían algo y al siguiente día seguían marchando. Los muros seguían ahí y seguramente la gente hasta se burlaba de ellos. Pero ellos seguían marchando y marchando. Quizás muchos llegaron a pensar, “Señor, ¿hasta cuándo vamos a seguir marchando y haciendo el ridículo?” Pero siguieron marchando día tras día sin ver ni un resultado. Aunque parezca incomprensible, a usted y a mí no nos toca entender a Dios ni la forma en que obra, sino obedecerlo y dejar que Él se levante para que haga el milagro. ¡Usted obedezca nada más!

Dice Galatas 6: 9, “No se canse pues de hacer el bien porque sabemos que a su tiempo segaremos si no desmayamos”. Un día usted va a segar su milagro. Un día usted verá el poder de Dios. ¡Ese día puede ser hoy, puede ser mañana! Pero usted tendrá su victoria. Por eso aclame a Dios con voz de júbilo, porque ese día viene. Si se cansa, simplemente dígale, “Señor, ayúdame, dame las fuerzas. Se me cansan los brazos, se me cansa la garganta de cantarte y de clamarte, pero dame fuerzas para seguir marchando”.

El pueblo de Israel, cuando menos lo pensaba, de repente escuchó un ruido como el de un terremoto. Una grieta tremenda abrió el primer muro y de ahí se empezó a quebrar. Los que estaban arriba del muro burlandose del pueblo de Israel de repente se encontraron totalmente undidos bajo el escombro del muro.

Por eso le quiero decir que aquellos que se han burlado de usted van a quedarse atrapados dentro del mismo muro, se van a quedar atrapados en los escombros de su victoria, van a quedar atrapados en sus propias palabras. ¡Usted solo siga marchando! Ponga música en su vida 24 horas al día, música de alabanza. Búsquese unos versículos de la Biblia, apréndaselos de memoria, póngalos en papeles en los lugares que usted más frecuenta. ¡Crea que usted recibirá su milagro! ¡Nada es imposible para Dios!

Marcos Witt es un cantante y compositor de música cristiana y pastor estadounidense.Marcos Witt, durante diez años, fue Pastor Hispano en la Iglesia de Lakewood, en la ciudad de Houston. Marcos Witt Junto a John Maxwell, ofrecen conferencias de Liderazgo y Coaching alrededor del mundo. Marcos Witt Tambien ha escrito numerosos libros entre los que se encuentran: Cómo ejercer la verdadera autoridad, Una vida de excelencia, ¿Cómo puedo desarrollar mis talentos?

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