Exaltemos a Dios

Regocíjense los Santos por su gloria y canten aun sobre sus camas. Exalten a Dios con sus gargantas y con espadas de dos filos en sus manos. Salmos 149:5-6

En el Salmo 149 David nos da una ilustración de la posición que los santos de Dios deberían tomar, con cantos de alabanza y adoración en sus gargantas, y con la espada de doble filo de La Palabra de Dios en sus manos. En dicho salmo el autor continúa con la deducción de que esta posición es tomada por los santos para vencer a sus enemigos.

La exaltación a Dios somete al diablo más que ningún otro plan de batalla. La alabanza es una prenda que nos ponemos y que nos protege contra la negatividad en nuestras mentes. Pero debe ser alabanza genuina del corazón, no solo de labios como una manera de ver si un método funciona o no. También la alabanza debe contener Palabra. Alabamos a Dios según su Palabra y su bondad.

La alabanza es una prenda que nos ponemos y que nos protege contra la negatividad en nuestras mentes

¡La alabanza y la exaltación son una posición de batalla! Cuando exaltamos a Dios por quién Él es y por sus atributos, por su capacidad y su poder, veremos su poder y sus atributos liberados a favor nuestro.

Estoy convencida que tu corazón reboza de amor y gratitud a Dios. Inclina tu corazón y dale gracias a Él. La alabanza y adoración confunden al adversario. Toma tu posición y verás la derrota del enemigo.

Dios nunca pierde una batalla. Él tiene un plan definido, y si lo seguimos, siempre ganaremos.