Joyce Meyer
Derribemos Fortalezas
Porque las armas de nuestra milicia no son carnales [armas de carne y hueso], sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el [verdadero] conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (el Mesías, el Ungido)…2 Corintios 10:4-5
A través de una estrategia cuidadosa y un engaño sagaz, Satanás intentará levantar «fortalezas» en nuestra mente. Una fortaleza es un área en la que somos puestos en esclavitud -en prisión- debido a cierto patrón de pensamiento. Las fortalezas son mentiras que hemos creído.
Pablo nos dice que tenemos las armas espirituales que necesitamos, para vencer las fortalezas del enemigo.
Con nuestras armas refutamos las mentiras del diablo, los argumentos, teorías, razonamientos y todo lo que se levante contra el conocimiento de la verdad de la Palabra de Dios.
Con nuestras armas refutamos las mentiras del diablo, los argumentos, teorías, razonamientos y todo lo que se levante contra el conocimiento de la verdad de la Palabra de Dios.
Debemos llevar nuestros pensamientos cautivos y no ser indulgentes con la carne en cuanto a recibir y meditar en cada pensamiento que viene a parar a nuestra cabeza.
El arma principal con la que batallamos es la Palabra de Dios, usada en diferentes maneras, predicada, enseñada, cantada, confesada, meditada, escrita y leída.
Debemos tener el conocimiento de la verdad de Dios en nosotros para que nuestras mentes sean renovadas. La Palabra de Dios tiene un efecto limpiador en nuestras mentes cada vez que la usamos.
Nadie vivirá una vida verdaderametne victoriosa a menos que sea un estudiante sincero de Las Sagradas Escrituras.
Cada fortaleza en tu mente puede ser derribada y cada engaño, descubierto. Tú puedes ganar la batalla. No te conformes con nada menos que la libertad total.