Confía en el Espíritu Santo

Pero yo os digo la verdad: Os conviene (es bueno, práctico, ventajoso) que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador (Consejero, Ayudador, Defensor, Intercesor, Fortalecedor) no vendrá a vosotros [en íntima comunión con ustedes]; mas si me fuere, os lo enviaré [para que esté cerca de tí]. Y cuando Él venga, convencerá al mundo [y traerá demostración] de pecado, de justicia (rectitud de corazón ante Dios) y de juicio. Juan 16:7-8

Aunque yo era extremadamente negativa, y aunque luchaba para poder tener un patrón de pensamiento positivo, Dios me mostró que si confiaba en Él, Él sería quien me haría una mujer positiva. Ahora no puedo soportar el negativismo.

Es similar a la experiencia de una persona que deja de fumar y no tolera el olor al cigarrillo. He visto tantos cambios en mi vida desde que he sido liberada de una mente negativa, que ahora me opongo a cualquier cosa negativa.

pídele al Espíritu Santo que te convenza cada vez que estás por proceder de manera negativa. Esto es parte de su obra

Esto es lo que tienes que hacer: pídele al Espíritu Santo que te convenza cada vez que estás por proceder de manera negativa. Esto es parte de su obra. Juan 16:7-8 nos enseña que el Espíritu Santo nos convencerá de pecado, de justicia y juicio. Cuando la convicción viene, pídele a Dios que te ayude. No pienses que puedes manejarlo sola. Descansa en Él.

Enfrenta la realidad. Si estás enferma, no digas: «No estoy enferma» porque eso no es cierto. Pero puedes decir: «Creo que Dios me está sanando». Lo que nunca tienes que decir es: «Voy a empeorar y probablemente acabe en el hospital». Puedes declarar: «El poder sanador de Dios está obrando en mí ahora. Creo que voy a estar bien».

Trae tu vida a un equilibrio saludable. Pídele a Dios que te ayude a tener una mente solícita para tratar con cualquier cosa que se te presente, sea positiva o negativa.