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John Piper

Cuál es la Voluntad de Dios y Cómo la Hacemos 1

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Romanos 12:1-2

Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. 2Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
El objetivo de Romanos 12:1-2 es que toda nuestra vida se vuelva “una adoración espiritual”. El versículo 1 dice: “[…] que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional”. El propósito de la vida humana, ante los ojos de Dios, es que refleje a Cristo tan valioso como realmente es.

Adoración significa usar nuestras mentes, nuestros corazones, y nuestros cuerpos para expresar el valor de Dios y todo lo que él es para nosotros en Cristo Jesús. Hay una forma de vivir (una forma de amar) que refleja el valor de Cristo. Hay una forma de realizar nuestro trabajo de manera que exprese el verdadero valor de Dios. No poder encontrar esa forma de vivir puede significar que probablemente necesitemos cambiar de oficio. O puede significar que el versículo 2 no está ocurriendo como debiera.

El versículo 2 es la respuesta de Pablo a cómo tornamos toda nuestra vida en una adoración. Necesitamos ser transformados. Necesitamos ser transformados no solo en nuestra conducta externa, sino también en la forma de sentir y de pensar (en nuestras mentes). “Transformaos mediante la renovación de vuestra mente” (versículo 2).

Concluyo que hay dos formas de hablar acerca de la voluntad de Dios.Ambas son verdaderas e importantes, y para nosotros es esencial comprenderlas y creer en ellas

Convirtámonos en Lo Que Somos

Aquellos que pertenecemos a Cristo Jesús ya somos nuevas criaturas en Cristo, compradas con su sangre: “si alguno está en Cristo, nueva criatura es” (2da a los Corintios 5:17). Pero ahora debemos convertirnos en lo que somos. “Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura” (1ra a los Corintios 5:7).

Colosenses 3:10 nos dice: “Y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó”. En Cristo hemos sido renovados; y ahora estamos siendo renovados día a día. Ese fue el tema que tratamos la semana pasada.

Ahora nos enfocaremos en la última parte del versículo 2, específicamente, en el objetivo de la mente renovada: “Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, [y aquí viene el objetivo] para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto”. Así que en nuestro enfoque del día de hoy está el término “voluntad de Dios”, y el tema de cómo la verificamos.

Las Dos Voluntades de Dios

En la Biblia encontramos dos significados bien claros y diferentes para el termino “voluntad de Dios”. Necesitamos conocerlos para después decidir cuál de ellos está siendo usado aquí, en Romanos 12:2. Incluso, conocer las diferencias entre estos dos significados de “la voluntad de Dios” es importante para poder comprender una de las verdades más grandes y complejas de toda la Biblia, específicamente, que Dios es soberano por encima de todo y sin embargo no aprueba todo.

Lo cual significa que Dios no aprueba todo lo que él mismo ordenó que ocurriera. Es decir, él censura algunos sucesos que él mismo origina Y ordena ciertos eventos que no aprueba. O para expresarlo de un modo más paradójico: En cierto sentido, Dios aprueba algunos eventos que, en otro sentido, no aprueba.

1. La Voluntad de Dios Respecto a Su Decreto, o Respecto a Su Soberanía

Veamos el pasaje de las Escrituras que nos hace pensar de esta manera. Primero consideremos los pasajes que describen “la voluntad de Dios” como el control soberano de todo lo que ocurre. Uno de los pasajes más claros es el que relata la forma en que Jesús habló sobre la voluntad de Dios cuando estaba orando en Getsemaní. En Mateo 26:39 él dijo: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras”. ¿A qué se refiere la voluntad de Dios en este versículo? Se refiere al soberano plan de Dios que tendría lugar unas horas después.

Recordemos cómo dice Hechos 4:27-28: Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes como Poncio Pilato, juntamente con los gentiles y los pueblos de Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, 28para hacer cuanto tu mano y tu propósito habían predestinado que sucediera. De modo que “la voluntad de Dios” era que Jesús muriese. Este era su plan, su decreto. No había cambios, por lo que Jesús se inclinó y dijo: «Aquí está mi petición pero haz lo que sea mejor». Aquí tenemos la voluntad soberana de Dios.

Y no perdamos aquí el tema más esencial, que incluye los pecados del hombre. Herodes, Poncio Pilato, los soldados, los líderes judíos (todos pecaron al cumplir la voluntad de Dios respecto a que su Hijo fuere crucificado (Isaías 53:10). Así que tengamos bien claro lo siguiente: Es la voluntad de Dios que ocurran ciertos eventos que él aborrece.

Aquí tenemos un ejemplo en 1ra de Pedro. En 1ra de Pedro 3:17 Pedro escribe: “Pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal”. En otras palabras: «Puede ser la voluntad de Dios que los cristianos suframos por hacer el bien». Dios tiene en mente la persecución para los cristianos. Pero perseguir a los cristianos, quienes no merecen ser perseguidos, es pecado. De modo que, nuevamente, Dios desea que sucedan eventos en los que está incluido el pecado (“Es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios”).

En Efesios 1:11 Pablo expone, a modo de resumen, una afirmación devastadora, sobre esta verdad. Él dice: “También hemos obtenido herencia habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad”. La voluntad de Dios es su gobierno soberano de todo lo que ocurre. Y hay muchos otros pasajes de la Biblia, que muestran que la providencia de Dios en el universo alcanza hasta los más pequeños detalles de la naturaleza, y de las decisiones humanas:

Mateo 10:29: “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo vuestro Padre”.
Proverbios 16:33: “La suerte se echa en el regazo, mas del Señor viene toda decisión”
Proverbios 16:1: “Del hombre son los propósitos del corazón, mas del Señor es la respuesta de la lengua”.
Proverbios 21:1: “Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del Señor”.
Aquí tenemos el primer significado de la voluntad de Dios: Es el control soberano de Dios sobre toda su creación. Diremos que esta definición identifica suvoluntad soberana o su voluntad decretada. Esta voluntad no puede ser quebrantada. Siempre se cumple. El actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo y entrelos habitantes de la tierra; nadie puede detener su mano, ni decirle: “¿Qué has hecho?” (Daniel 4:35).

2. La Voluntad de Dios Respecto a Sus Mandamientos

Ahora bien, el otro significado de la “voluntad de Dios” en la Biblia se refiere a lo que llamamos sus mandamientos. La voluntad de Dios es lo que él nos manda a hacer. Esta es la voluntad de Dios que nosotros podemos desobedecer y dejar de hacer. La voluntad de Dios respecto a su decreto la cumplimos, creamos en ella o no.

Pero respecto a sus mandamientos es posible que fallemos y no los cumplamos. Por ejemplo, Jesús dijo: “No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). No todos hacen la voluntad de su Padre. Así lo dice Jesús: no todos entrarán en el reino de los cielos ¿Por qué? Porque no todos hacen la voluntad de Dios.

Después, Pablo dice en 1ra a los Tesalonicenses 4:3: “Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual”. Aquí tenemos un caso muy específico de lo que Dios nos ordena: santidad, santificación, pureza sexual. Aquí tenemos su voluntad en cuanto a sus mandamientos. Pero, ¡hay tantos que no la obedecen!

Luego, en 1ra a los Tesalonicenses 5:18, Pablo dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús”. Aquí tenemos, nuevamente, un aspecto especifico de la voluntad de Dios respecto a sus mandamientos: dad gracias en todo. Pero muchos no cumplen esta voluntad de Dios.

Un Ejemplo más: “Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?” (1ra de Juan 2:17). No todos permanecen en el amor de Dios por siempre. Algunos lo hacen. Otros no ¿A qué se debe esta diferencia? A que algunos hacen la voluntad de Dios y otros no. La voluntad de Dios, en este sentido, no siempre se cumple.

Entonces, teniendo en cuenta estos y muchos otros pasajes de la Biblia, concluyo que hay dos formas de hablar acerca de la voluntad de Dios. Ambas son verdaderas e importantes, y para nosotros es esencial comprenderlas y creer en ellas. Por tanto, podríamos referirnos a la voluntad de Dios como: lavoluntad decretada de Dios (o su voluntad soberana), o: la voluntad de sus mandamientos. La voluntad de sus decretos, siempre se cumple, ya sea que creamos en ella o no. La voluntad de sus mandamientos puede ser quebrantada, y ocurre todos los días.

John Piper estudió Literatura y Filosofía en Wheaton College. Después de la Universidad, completó una Licenciatura en Teología en el Seminario Teológico Fuller, en Pasadena California. Fue a través de Daniel Fuller que descubrió los escritos de Jonathan Edwards. John Piper hizo un doctorado en Estudios del Nuevo Testamento, en la Universidad de Munich, Alemania. En 1980, John Piper se convirtió en el Pastor de la Iglesia Bautista de Belén, en Minneapolis, Minnesota dónde ha estado ministrando desde entonces. John Piper ha escrito cuantiosos libros como: La Supremacia de Cristo, Pacto Matrimonial, Los Peligros del Deleite, No Desperdicies Tu Vida, etc.

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