Eres lo que Hablas

Aunque la lengua es uno de los miembros mas pequeños del cuerpo, es la que decide donde pasaremos la eternidad.

El Apostol Santiago dijo: “Pero ningun hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que estan hechos a la semejanza de Dios” (Santiago 3:8-9).

Fuimos creados para adorar a Dios. Cuando Satanas vio la comunion intima que el hombre disfrutaba con su Creador, se lleno de envidia y quiso destruir esa relacion. Trato de canalizar esa necesidad humana en beneficio propio, para que el hombre se rindiera a el; por eso, astutamente le vendio la idea de que si comia del fruto prohibido, seria como Dios.

Satanas sabia que si el hombre aceptaba esa propuesta, quedaria separado de Dios y entraria en su oscuro territorio, sujetandose a su dominio, ya que el pecado es lo unico que separa al hombre de Dios.

La alabanza es nuestra fortaleza, hace callar la voz del enemigo.

El Señor Jesucristo enseno que la unica manera de adorar a Dios, que es Espiritu, es mediante la naturaleza espiritual, y los unicos que poseen tal naturaleza son quienes han nacido de nuevo. Nosotros no adoramos a cualquier Dios, sino que adoramos al Dios que creo? el cielo y la tierra, que hizo el universo, el Creador de cada vida, el Dios que envio a Su Hijo Jesucristo para salvarnos.

D.L. Moody compartio este testimonio: “Conoci a un padre de familia que era un hombre de negocios en Nueva York. Su hijo se hallaba en el lecho de enfermedad”. Un dia cuando llego del trabajo, hallo a su esposa sumida en lagrimas. “¿Que es lo que pasa?”, Pregunto?. “Nuestro hijo esta mucho peor que cuando lo dejaste esta mañana.

El medico dice que esta muriendo y el no lo sabe”, replico la madre. El padre fue a la habitacion, e inclinandose sobre el joven dijo con suavidad: “Hijo mio, ¿sabes que te vas a morir probablemente esta noche?” Mirando la faz amorosa del padre, el dijo: “¿Muriendo yo? ¿Me estoy muriendo? ¿Esta noche quiza?” El padre lloraba, grandes lagrimas caian por sus mejillas. “¡Oh, papa, no llores por mi! Cuando me muera, ire al cielo y, al llegar, ire directamente a Jesus y le dire que he llegado porque tu me guiaste en el camino”.

La alabanza es nuestra fortaleza, hace callar la voz del enemigo. Produce liberacion en nosotros y en los que estan a nuestro alrededor. Todo lo que existe, todo lo que respira debe alabar al Señor; es bueno alabarle en todo momento del dia con el corazon, con nuestra boca y con inteligencia. Pues lo que hagamos en la tierra repercutira en la eternidad.