¿Deseas un avivamiento en tu nación? Dios quiere usarte. Desconozco en qué parte de este proceso de preparación te encuentras. Quizás estás resistiendo los cambios. Puedes hallarte en un punto en que hayas escogido depender plenamente de Dios y no de tus hermanos y hermanas en Cristo. Tal vez prefieres no pedir consejos ni participar en ningún grupo de camaradería.
Quizás estás luchando contra la desesperación yel desastre entre los miembros de la familia.
No importa cuáles sean tus luchas, Jesús está cerca y puede darte fuerzas. Él te está preparando, a ti y a cualquiera que permanezca en su ejército. Los que dicen: "Cuenta conmigo, Señor", son los que El va a utilizar en el avivamiento de los tiempos finales.
¿Estás dispuesto?
¿Quieres ser usado?
Oro porque la misma fuerza que el Señor me ha dado pueda fluir también en tu vida. El estado de vida normal es ser infiel, pero cuando el fuego del Espíritu Santo cae sobre la vida de un siervo, Dios le da fuerza para seguir adelante. Es como un aceite que nunca se acaba; sino que continúa multiplicándose. Sigue la guía del Señor.
Si El te dice que cambies de lugar, cambia. Si él te dice que vayas, entonces ve. ¡Cuán hermoso es seguir los caminos del Señor! No puede compararse con nada. Pido al Señor que selle estas palabras en tu corazón.
También que remueva la angustia de muerte con la cual luchan algunos de ustedes, incluso mientras leen este libro. Oro porque el Señor deshaga ese llanto y la pena interna que a gritos dice: "Señor, me estás fallando". Créeme, hermano, hermana: ¡el Señor nunca te falla y nunca llega tarde!
Dios te está preparando. Él desea poner dentro de ti una resistencia que nunca antes has conocido. Quizás algunos de ustedes han empezado y dejado inconclusas docenas de cosas en su vida. Ahora mismo, Dios desea hacerte fiel, fuerte y firme hasta el último día de tu vida.
Oro porque continúes caminando de esta manera gloriosa hasta el día en que el Señor Jesús nos venga a buscar. Si quieres preparar el altar para recibir el fuego de Dios, eleva esta oración en voz alta y con fe:
Señor, quita de mí la superficialidad. No tengo disculpa por cada falta de compromiso contigo. Padre, quiero afirmarme en Ti como nunca antes lo hice en mi vida. Señor, ayúdame, de modo que cuando me pidas que vaya al oeste del Jordán, vaya al oeste del
Jordán. Cuando me pidas que cambie de lugar, cambiaré de lugar. Ayúdame a ir a adonde Tú quieres que vaya. Padre, te pido que me hagas dócil y obediente a Tu palabra y a Tu voluntad por siempre. Amén.
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