"Y yo rogaré
al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté
con vosotros para siempre." Juan 14:16. Debió haber
sido muy hermoso vivir en compañía diaria
de Jesús tal como lo hicieran sus discípulos.
Se acercaron a él comunicándole cada pesar,
presentándole cada problema, y en todas las situaciones,
él infundió paz a sus corazones.
El tenía ungüento
para cada preocupación y bálsamo para cada
atribulado corazón. Podríamos anhelar que
nosotros también hubiéramos podido caminar
con Jesús y haber sido bendecidos por su presencia.
Pero ahora lo contemplamos
un poco antes de su muerte. En el Aposento Alto mira a su
derredor y se siente intensamente apesadumbrado pensando
en la tristeza que, cual sombra, se cernirá sobre
sus amigos. El les ha hablado acerca de su ¡da pero ellos
no le han entendido.
La noticia de su muerte ha sido como
flecha en el corazón de ellos y se están diciendo
entre sí: ¿Qué haremos cuando él ya
no esté y no haya quién nos dirija, nos consuele
y nos ame con tan grande amor?" Pero él debe irse,
él debe morir, y él debe resucitar, debe llevar
a cabo el sacrificio mediante el cual ellos serán
salvos para siempre. Llorad, discípulos, pero vuestro
Salvador no puede permanecer con vosotros; él debe
irse y dejaros por un tiempo sin un consolador.
Parecería
que en esta hora Jesús era el que más necesitaba
consolación, puesto que él es Aquél
quien debe hacer frente a la muerte. Pero en esta hora,
como en toda hora, él pensó en los demás
y no en sí mismo. Vio la tristeza de sus discípulos
y los consoló, diciéndoles: "Voy, pero os
enviaré otro Consolador... No os dejaré huérfanos...
como a ovejas sin pastor." "Y yo rogaré al Padre,
y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre." (Juan 14:16) Y a su debido tiempo
envió al Consolador, cuyo nombre es el Espíritu
Santo.
Yo vengo a hablaros
acerca de este Prometido' acerca del Espíritu Santo,
y acerca de su misión en lá tierra. Este tema
debe interesar a todo creyente. Y sin embargo, hay pocos
que tienen conocimientos claros sobre el Espíritu
Santo. Cuando yo era niño, oí hablar a los
predicadores del Espíritu Santo y tenía una
idea muy vaga acerca de lo que estaban diciendo.
Algunos
creyentes se han permitido el lujo de tan extremado fanatismo
acerca del tema, que otros se han intimidado. Pero es precioso
conocer al Espíritu Santo como persona y sentir su
presencia en el corazón. El es mi Amigo, igual que
Jesús es mi Amigo, y quiero presentarles al Espíritu
Santo hoy. Quiero que le conozcan, que sepan quién
es, y qué función desempeña. La mejor
y más sencilla definición que conozco del
Espíritu Santo es ésta: El Espíritu
Santo es Dios en el corazón humano.
I. ¿QUIEN
ES EL ESPIRITU SANTO?
1. El
Espíritu Santo Es una Persona
El Espíritu
Santo no es algo que emana y fluye de Dios, sino que es
una persona verdadera.
(1) El Hecho de
que Es una Persona Está Demostrado por los Usos de
Su Nombre – Cuando bautizamos a una persona, la bautizamos
en el nombre del "Padre, del Hijo, y del Espíritu
Santo." Usamos el nombre del Espíritu conjuntamente
con los nombres de Jesús y de Dios. Cuando pronunciamos
una bendición bíblica, nuevamente usamos el
nombre del Espíritu del mismo modo en que usamos
el nombre de Dios y de Cristo. Si el Espíritu Santo
sólo fuese una influencia, no lo mencionaríamos
conjuntamente con estos otros dos grandes nombres. Dios
y Cristo son personas; relacionamos el nombre del Espíritu
con sus nombres porque el Espíritu también
es una persona.
(2) El Hecho
de que Es una Persona Está Demostrado por Sus Apariciones
en la Tierra.-Puedo ver a Jesús bajando a las
aguas del Jordán. Juan el Bautista lo bautiza en
estas aguas. Al subir de estas aguas, las puertas del cielo
se abren, una luz brillante le circunda, y una corona de
gloria desciende y reposa sobre la sagrada cabeza de nuestro
Salvador. El Espíritu descendió en forma de
paloma, simbolizando mansedumbre y pureza. El Espíritu
fue visto a orillas del río cuando Jesús
subió de las aguas, al par que Dios habló
desde el cielo.
Algunos años
después contemplamos a una compañía
de discípulos en el Aposento Alto. Jesús ya
había ascendido al cielo y estos discípulos
aguardaban la venida del Espíritu como lo prometiera
el Salvador. El ruido de un viento recio de pronto hinchió
la casa, una luz refulgente brilló en derredor de
ellos, y lenguas repartidas como de fuego se asentaron sobre
cada uno de ellos. Esta fue una aparición maravillosa
del Espíritu Santo en persona. Una influencia no
puede aparecer; tampoco se la puede ver, El Espíritu
Santo estaba allí en persona.
(3) El Hecho
de que Es una Persona Está Demostrado por las Características
Personales que Se Le Atribuyen.- El conocimiento se le atribuye al Espíritu. 1 Corintios 2:1 1:
"Así tampoco nadie conocía las cosas de Dios,
sino el Espíritu de Dios." La voluntad se
le atribuye al Espíritu. 1 Corintios 12:1 1: el "...
Espíritu, repartiendo particularmente a cada uno
como quiere." Dios tiene ciertos dones espirituales destinados
para los hombres.
El Espíritu desea que se distribuyan
a ciertos hombres y el Espíritu así lo hace. El intento se le atribuye al Espíritu en Romanos
8:27: "Mas el que escudriña los corazones, sabe cuál
es el intento del Espíritu." El poder se le
atribuye al Espíritu. Romanos 15:13: "Y el Dios de
esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que
abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu
Santo." Sabemos, pues, que el Espíritu Santo es una
persona ya que sabe, ejerce voluntad, intención,
y las funciones de una mente.
(4) El Hecho
de que Es una Persona Está Demostrado por los Hechos
que Se Le Atribuyen.-En el primer capítulo
de la Biblia leemos que "el Espíritu de Dios se movía
sobre la haz de las aguas," (Génesis 1:2) y creó
el orden del caos. En un tiempo no había orden; la
tierra se asemejaba a un valle de tinieblas bajo sombra
de muerte. Fue entonces cuando Dios, el Espíritu
Santo, meditó en la condición de la tierra.
Plantó las semillas de vida y produjo toda clase
de árbol, planta y cosa viviente. El inspiró la redacción de la Biblia. "Los santos hombres
de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu
Santo." (2 Pedro 1:21 ) Moisés escribió el
Pentateuco, mas el Espíritu Santo movió su
mano.
David escribió los Salmos y Salomón
los Proverbios, mas fueron impulsados por el Espíritu
Santo. Isaías, jeremías y otros escribieron
las profecías del Antiguo Testamento, mas sólo
escribieron según iban siendo inspirados por el Espíritu.
El guía a los siervos de Dios. En Antioquía
el Espíritu Santo le dijo a la iglesia: "Apartadme
a Bernabé y a Saulo para la obra para la cual los
he llamado." (Hechos 13: 2) El Espíritu Santo le
habló a Pedro, diciéndole: "Levántate,
pues, y descienden predicarles el evangelio a los gentiles."
El Espíritu Santo le habló a Pablo, diciéndole: "No
vuelvas a Asia sino vé a Macedonia."
(5) El Hecho
de que Sea una Persona Está Demostrado por el Tratamiento
que Recibe como Persona. - El Espíritu puede
ser contristado. Efesios 4:30: "Y no contrastéis
al Espíritu Santo de Dios." El Espíritu puede
ser resistido. Hechos 7:51: "... vosotros resistís
siempre al Espíritu Santo." Se le puede mentir al
Espíritu. Pedro le dijo a Ananías en Hechos
5:3: "¿por qué ha llenado Satanás tu corazón
a que mintieses al Espíritu Santo?" Todos estos hechos
nos enseñan que el Espíritu Santo es una persona.
No es una influencia, no es un atributo, sino que es una
persona verdadera. Debemos pensar en él, pues, como
persona, procurando conocerlo y entregándonos completamente
a él.
2. El
Espíritu Santo Es Dios, la Tercera Persona de la
Trinidad
Esto es algo que
nunca alcanzaremos a comprender completamente, este misterio
de Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu
Santo. Lo adoramos como a un solo Dios; sin embargo, está
en tres personas. Dios el Padre es la mente, Dios el Hijo
es el cuerpo, y Dios el Espíritu es el alma.
(1 ) El Espíritu
Está Demostrado Ser Dios por los Cuatro Atributos
que Se Le Confieren.- Estos atributos son: omnipotencia,
omnisciencia, omnipresencia y eternidad, los cuales pertenecen
a Dios, también se le atribuyen al Espíritu
Santo, probándonos que el Espíritu es Dios.
(2) El Espíritu
Santo Está Demostrado Ser Dios por las Tres Obras
Divinas que Se Le Atribuyen Unicamente a Dios.- Sólo
Dios puede crear; sin embargo en Job 33:4 leemos: "El espíritu
de Dios me hizo." Sólo Dios puede impartir vida pero
leemos que "Dios . . . alentó en su nariz soplo de
vida, y fue el hombre en alma viviente." (Génesis
2:7) Este soplo es el Espíritu de Dios. Sólo
Dios puede ser el autor de profecías divinas; y sin
embargo se nos dice en 2 Pedro 1:21 que no se pronunció
profecía alguna por voluntad de hombres, sino que
el hombre habló en lugar de Dios inspirado por el
Espíritu Santo. Sólo Dios puede hacer estas
cosas y sin embargo, el Espíritu Santo las realiza.
Por tanto, el Espíritu Santo es Dios.
(3) El Espíritu
Santo Está Demostrado Ser Dios por el Hecho
de que los Mismos Pasajes del Antiguo Testamento
que Se Refieren a Dios, en el Nuevo Testamento Tienen que
Ver con el Espíritu Santo.--
(4) El Espíritu
Santo Está Demostrado Ser Dios por la Manera
en que Está Ligado con el Nombre de Dios y de
Cristo en la Fórmula Bautismal y en la Bendición
Bíblica- El Nombre del Espíritu Está
Ligado en Igualdad con el del Padre y del Hijo.- ¿Ves quién
es? Es una persona al igual que lo es Jesús; es Dios
al igual que el Padre Celestial es Dios, aunque no se revela
a ningún hombre. Hoy Jesús no está
aquí en la carne, pero el Espíritu Santo está
tomando su lugar, Es una persona y es Dios.
¿Dónde
está hoy? ¿Permanece ocioso? No. Está
en todas partes pero aún más, vive en el corazón
de los creyentes, Observa un alma doblegada y le dice: "Venid
a Jesús, que os hará descansar." Ve ojos anegados
por las lágrimas y las seca, pidiéndole al
atribulado corazón que mire a Jesús. Ve un
alma batallando contra las tormentas y le habla palabras
de consolación. Conjuntamente con el Padre y el Hijo,
él está trabajando por la salvación
de las almas y por la edificación de los santos.
El es una persona viva, una persona divina,
3. ¿QUE HACE
EL ESPIRITU SANTO EN EL MUNDO?
1. Redarguye
de Pecado
Ningún hombre
puede hacer esto, ningún pastor lo puede hacer. El
pastor puede acercarse a ti con la espada de la verdad y
enterrarla en tu corazón pero no te puede redargüir
de pecado; sólo el Espíritu Santo puede hacer
esto. Un creyente visita el hogar de un empedernido pecador,
un hombre que menosprecia el evangelio y la iglesia de Dios.
El creyente habla, ora con el pecador, le lee la Biblia,
llora por él. El pecador se convierte pero el creyente
no logró esto; la convicción fue lograda por
el poder del Espíritu Santo. Debemos hacer lo que
esté de nuestra parte para ganar almas pero sólo
el Espíritu Santo puede redargüir de pecado.
Juan 16:8: "Y cuando él viniere redargüirá
al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio." Cuando
sientes que has pecado y quieres ser un creyente, cuando
el peso de tu culpabilidad te doblega, el Espíritu
Santo está entonces redarguyéndote y no lo
debes resistir.
2. Nos
Llama a la Vida Eterna
Apocalipsis 22:17:
"Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven." Saca a
los hombres de su pecado; los llama a gozar de la vida
eterna. Está llamando de muchas maneras aún
ahora. Es él quien inculca el deseo del cielo y de
la vida eterna en el corazón humano.
3. Regenera
Para ser salvo, un
hombre tiene que nacer del Espíritu. Sólo
el Espíritu Santo puede darle un nuevo nacimiento.
Dios hace a los hombres, el diablo los deshace, y el Espíritu
los rehace. Dios crea, el diablo destruye, y el Espíritu
vuelve a crear; quita la vida anterior y da nueva vida
4. Nos Sella
para el Día de la Redención
Efesios 4:30: "Y
no contrastéis al Espíritu Santo de Dios,
con el cual estáis sellados para el día de
la redención." Un hombre prepara su testamento, el
cual es sellado. Cuando muere el hombre, se rompe el sello
y se lee el testamento. Al allegarnos a Cristo, el Espíritu
Santo nos sella, y ningún mortal puede romper ese
sello, pues cuando él nos sella hasta el día
de la redención, hace que seamos los hijos de Dios
eternamente.
5. Nos Hace
Recordar
Juan 14:26: "Mas
el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todas las cosas que
os he dicho." La memoria es algo maravilloso. Frecuentemente
volvemos a un plano superior de vida por causa del mecanismo
mágico de la memoria. Jesús quería
que recordásemos; quería que recordásemos
las cosas que dijo e hizo mientras estuvo en la tierra.
Por consiguiente, envió al Espíritu Santo
para hacernos recordar. Cuando nos disponemos a conmemorar
la Cena del Señor, el Espíritu Santo se cierne
sobre este memoria, haciéndonos recordar que Jesús
murió y que volverá otra vez. Estamos tentados
a olvidar todo cuanto Cristo hizo por nosotros, pero el
Espíritu Santo frecuentemente nos recuerda su sacrificio,
haciendo que lo amemos más y más.
6. Nos Enseña la
Voluntad de Dios
Jesús dijo:
él os enseñará todas las cosas."
El creyente verdadero
quiere conocer la voluntad de Dios. Es el Espíritu
quien en el corazón del creyente revela esta voluntad.
Jesucristo fue el más grande maestro que el mundo
jamás haya visto pero al irse, dijo: Os enviaré
otro Maestro, Infalible, quien os guiará a toda verdad.
Si quieres saber
a qué iglesia debes pertenecer, deja que el Espíritu
te guíe. Si quieres saber de qué modo debes
ser bautizado, deja que el Espíritu te lo indique.
Si quieres saber cuánto dinero debes dar a la causa
del Señor, deja que el Espíritu te instruya.
Si tienes duda sobre algo, deja que el Espíritu te
enseñe. El Espíritu Santo nunca se equivoca,
y él te enseñará la voluntad de Dios
si le brindas la oportunidad.
7. Consuela
en la Hora de Aflicción
Jesús dijo:
"... Yo os enviaré (el Consolador) del Padre." En
horas de aflicción nuestros parientes y amigos hacen
cuanto pueden por consolarnos pero, después de todo,
el Espíritu Santo es el gran Consolador. Cuando las
sombras nos rodean, él es el único quien puede
consolar nuestros corazones quebrantados.
Hace un tiempo viajaba
en tren por las montañas. El sol brillaba y la luz
penetraba por todas las ventanas. A los pocos minutos, las
luces del coche fueron encendidas, Me pregunté por
qué razón fueron encendidas habiendo tanta
luz natural. A los pocos minutos me di cuenta por qué
las encendieron al penetrar el tren en la obscuridad de
un túnel. Si no hubiéramos tenido las luces
artificiales, hubiéramos estado en completa obscuridad.
La luz del mediodía
mundanal puede estar brillando en tu vida ahora, pero ¿qué
harás cuando seas sumergido en la negra hora de aflicción?
Necesitas una luz interior; necesitas al Espíritu
Santo. Nos dicen que el tiempo es un gran médico,
pero el Espíritu Santo es un Consolador más
poderoso y seguro.
Hace algunos años
un creyente amigo mío yacía en su lecho de
muerte. Llamó a su lado a su esposa y a sus hijos,
se despidió de cada uno de ellos, les impartió
consejos y luego, rodeado de su familia, elevó una
oración antes de morir. Al descender a su Gethsemani
de dolor, esta familia no murmuró ni se quejó;
experimentó la presencia del Espíritu Santo
a su lado, consolando sus corazones. Hay otros que, cercados
de profundo dolor, no pueden hallar consuelo. No saben qué
dirección tomar porque no saben del gran consuelo
del Espíritu Santo. ¡Oh, tú que estás
apenado, entrégale tu corazón; él te
consolará!
8. Nos Da
Poder para Vencer al Diablo
Les he oído
decir a muchos hombres: "No tengo poder para vivir la vida
cristiana." Ningún hombre puede por sí solo
hallar ese poder, debe venir de arriba. Cuando nos acercamos
a Cristo y le pedimos ayuda, él garantiza un poder
que es superior al poder de Satanás.
9. Nos Capacita
para Servir
Se pone en pie un
hombre para proclamar el bendito evangelio. El poder de
Dios está con él y las almas reciben bendición
y salvación. ¿De dónde recibió este
poder espiritual? ¿Lo recibió conjuntamente con su diploma
de preparación? No. ¿Lo recibió a través
de libros o estudios
teológicos? No. Ese poder vino de arriba. El Espíritu
Santo es quien nos capacita para servir. Permite que un
hombre intente predicar con su propio poder y solamente
llenará el aire de palabras. Cada predicador verdadero
sabe de qué estoy hablando. Debemos servir en el
poder del Espíritu Santo o no tenemos poder alguno,
No podemos ganar las almas con nuestras propias palabras
o nuestros propios conocimientos; necesitamos el poder del
Espíritu Santo. Si te sientes débil al intentar
servirle, recuerda que él ha prometido que el Espíritu
Santo te impartirá poder.
En el templo han
sido colocados unos cuantos focos eléctricos que
dan mucha luz. No hay ningún poder en las lámparas
ni en los cables ni en el filamento; sin embargo, puedo
mover el interruptor colocado en la pared y el templo es
inundado de luz, lo cual quiere decir que detrás
del aparato eléctrico y de los cables hay un gran
poder que provee esta iluminación. De igual modo,
no hay ningún poder en ti ni en mí aparte
del Espíritu Santo. No hay poder espiritual en nues~
tro cerebro, cuerpo, ni corazón, pero en Cristo hay
un gran poder, Si le entregamos estos instrumentos a él,
él puede inundar el mundo con una potente luz espiritual.
Creyente, el Espíritu
Santo es una persona. ¿Lo conoces en realidad? ¿Ejerce influencia
en tu vida? Lo puedes conocer por medio de la oración
y por medio de una entrega total a él. Lucas 11:13:
"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas
dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo
a los que lo pidieren de él?"
El Espíritu
Santo no es un poder del cual puedes aprovecharte sino que
es un poder que te utilizará a ti. El asunto no es:
¿Cuánto de él posees? sino, ¿Cuánto
de ti tiene a su disposición? Si le hicieras entrega
incondicional a él, de ti irradiaría poder
espiritual y bendición para el mundo. Al pecador
le diría: No juegues con el Espíritu Santo.
El blasfemar contra el Padre y el Hijo puede ser perdonado
pero la blasfemia pronunciada contra el Espíritu
Santo nunca puede ser perdonada.
No sé el significado
completo de esto ni lo saben los teólogos eminentes,
pero esto sí sé: si el Espíritu Santo
te llama, no debes continuar en tu pecado; no debes rechazar
su llamado. Si no acatas su llamado, caminas sobre terreno
peligroso, Si el Espíritu Santo te redarguye de pecado,
te suplico que lo escuches y que te vuelvas al Cordero de
Dios, el cual quita el pecado del mundo.
¡Ven ahora y conoce
a mi Amigo, el Espíritu Santo! Pon a un lado todo
lo demás; arroja todo pecado de tu vida; despójate
de todo cuanto lo entristecería, y sentirás
su dulce presencia viviendo en tu corazón. La necesidad
mayor de la iglesia hoy día es la de que sus miembros
estén saturados con el poder del Espíritu
Santo. Acerquémonos al trono de la gracia, entreguémosle
nuestra vida, abandonemos nuestros pecados, y así
conoceremos y caminaremos con el Amigo de amigos.
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